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Ingredientes

580 g de harina todos los usos
25 g de azúcar
15 g de sal
30 g de levadura fresca o 10 g de levadura seca
15 g/ml de aceite neutro
90 g/ml de leche
260 g/ml de agua

                        

Procedimiento

  1. En un bowl, colocar la harina y, uno a uno, el resto de los ingredientes. En esta receta, no es necesario agregarlos en un orden específico.
  2. Comenzar a amasar. Cuando la masa tome forma, te recomiendo pasarla a la mesa y continuar amasando. En el momento en que se le forma una pequeña membrana, está lista. Dejar reposar la masa en un bowl, tapada, hasta que duplique su tamaño.
  3. Espolvorear harina sobre la mesa en la que trabajarás y volcar el bollo de la masa allí. Puedes dividir la masa en dos partes, de acuerdo al tamaño de molde que utilices. Estirar la masa con las manos o con un palote.
  4. Aceitar bien el molde en el que cocinarás la pizza. Así, evitarás que la pizza se pegue y a su vez quede súper dorada y crujiente.
  5. Colocar la masa en el molde aceitado. Cubrirla y dejarla descansar por 30 minutos.
  6. Precalentar el horno a 220°C. Colocar la salsa de tomate, el queso mozzarella y orégano sobre la masa. Enviar al horno por 15-20 minutos, hasta que dore.