¿Por qué el trigo sarraceno se ha convertido en el ‘pseudocereal’ más buscado? Por un lado, porque no contiene gluten y permite hacer panes, masas varias y crepes riquísimos para los celíacos. Por otro lado, la razón por la que su fama va más allá del mundo de las recetas sin TACC, es que es un trigo más rico en proteína que los verdaderos cereales; y contiene minerales y antioxidantes muy buenos para salud. Se lo conoce como un falso cereal porque no pertenece a la familia de las gramíneas (a diferencia del trigo, el centeno, la cebada o la avena).

  

 

  

La receta que acá te mostramos es una adaptación de la del blog ‘Soy como como’. Un ingrediente clave son las semillas de girasol tostadas. Gracias al aroma que desprenden mediante el tostado, el pan tiene un sabor mucho más ligero y agradable, porque atenúan el sabor característico del trigo sarraceno.

 

 

La receta utiliza psyllium, una hierba que además de ayudar a regular el nivel de glucosa en sangre y el colesterol, sirve como espesante natural. El Psyllium sustituye el efecto “pegante” y espesante de gluten en la panadería y pastelería libre de gluten. Sirve para que el pan sea esponjoso y tenga una textura más similar a la de los panes hechos con cereales glutinosos. A diferencia de otros ingredientes de características similares, como las semillas de lino, el psyllium no tiene sabor.

  

Ingredientes:

Para un pan pequeño, molde de 8,5 ancho x 15,5 largo x 5 alto. Para hacer uno de tamaño estándar podés duplicar las cantidades.

-230g de harina de trigo sarraceno

-6 g de levadura libre de gluten

-10 g de psyllium

-60 g de semillas de girasol

-2 cdas de aceite de oliva

-280 ml de agua

-½  cdta de sal

 

Preparación:

  1. Precalentá el horno a 180 °C
  2. Cuando el horno esté caliente, poné las semillas de girasol en la bandeja, introducila en el horno y dejala lo justo para que comiencen a dorarse (suelen ser unos 5 minutos). Mucho cuidado de no pasarte, ya que el quemado es muy nocivo. Cuando comiences a oler a semilla tostada, retirá la bandeja del horno y deja que las semillas se enfríen un poco. Molerlas en un molinillo o similar.
  3. En un bol, mezclá bien todos los ingredientes secos, luego añadí el aceite y, por último, el agua. Continá mezclando con una cuchara de madera. La masa será pegajosa y densa, no es una masa que puedas volcar desde un bol, si no que tienes que manipularla con una cuchara o similar. Eso sí, tiene que tener un poco de humedad, que no sea un mazacote, si es así añadí un poquito más de agua.
  4. Tené preparado un molde rectangular chiquitito. Engrasa con un poquito de aceite de oliva y con la ayuda de una cuchara introduce la masa del pan. Aplaná con una espátula algo humedecida y hacé una marca de una línea a lo largo.
  5. Ponelo en el horno precalentado a 180 °C  y dejá que se cocine por arriba y por abajo unos 30 minutos o hasta que esté ligeramente dorado. Al clavarle un palillo o un cuchillo, tiene que salir limpio.
  6. Dejá la puerta del horno abierta para que se enfríe ahí durante un rato. Luego retiralo del horno y dejá que se enfríe en el molde.

Receta y foto del pan: soycomocomo.es