¿Sabías que el Imperial Ruso es en realidad un postre muy argentino? Se inventó en Buenos Aires a principios de Siglo XX en la antigua Confitería del Molino. El histórico café de la esquina de Callao y Rivadavia, frente al Congreso, era conocido por la calidad de su pastelería, que se preparaba en la cocina del subsuelo siguiendo las indicaciones de sus fundadores, dos inmigrantes italianos que inauguraron el local en 1917.

El nombre de su creación pastelera más exitosa tuvo mucho que ver con lo que ocurría entonces en el mundo: la confitería abrió sus puertas el mismo año en que triunfó la Revolución Rusa. El Imperial, una bomba a base de merengue francés, manteca y almendras, fue bautizado en homenaje a la desaparecida dinastía de los zares.

 

 

Hay una razón por la que te contamos hoy esta historia: este sábado 10 es La Noche de los Museos y una parte de la confitería será abierta al público por primera vez desde que cerró en los años 90. Solo se muestra una parte porque el edificio está en plena restauración para convertirse en un museo y un espacio cultural.

Más abajo, te damos la receta que recomienda Doña Petrona en el libro "La repostería de Doña Petrona".

 

 

Ingredientes

8 claras

450 g de azúcar impalpable

50 g de harina de almendras

Crema

450 g de manteca

300 g de azúcar impalpable

2 cdas de dulca de huevos

1 cda de agua de azahar

1 copita de licor

100 g de harina de almendras

Varios

Azúcar impalpable

Chocolate rallado

Preparación

  1. Colocar en un bowl las claras, batirlas con batidor de alambre hasta que estén a punto de merengue bien consistente; entonces agregarle poco a poco, el azúcar; revolver muy suavemente con cuchara de madera.
  2. Ponerle después del azúcar la harina de almendras, unir bien todo, colocar la preparación en una manga con boquilla lisa algo chica (Nº12) y formar, encima de chapas enmantecadas y enharinadas, unos pequeños discos ovalados.
  3. Cocinar en un horno muy suave para que se sequen. Se retiran y se dejan enfriar.
  4. Aparte, poner en un tazón la manteca, batirla con cuchara de madera y cuando esté como una crema, se le añade el azúcar impalpable, se continúa batiendo y se le agrega el dulce de huevos, el agua de azahar, el licor y por último, la harina de almendras. Se une todo muy bien.
  5. Un vez todo preparado se pone por encima de la mitad de los discos un poco de crema, se tapan con los otro como un sandwich, se untan alrededor con crema, se espolvorean por arriba con azúcar impalpable, se les hace un dibujito de chocolate rallado y se cortan por la mitad a lo largo.